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Resumen
En el ámbito de lo pictórico, el siglo XVII fue una época de grandes contrastes
y sobre la que pesan algunos tópicos relativos a la clientela y producción de los
pintores que han oscurecido realidades a las que es preciso atender para tener una
visión más completa, más rica, y quizás menos “brillante”, del llamado Siglo de Oro
de la pintura española. Esas otras realidades se hacen especialmente evidentes
cuando se analiza el quehacer de los maestros del arte de la pintura en los centros
menores. Así, tomando como ejemplo el caso de Toledo, al revisar las distintas
facetas que abarcó la labor de los pintores y la gran variedad de obras que realizaron
para satisfacer las necesidades de la clientela local, se pone de manifiesto cómo la
existencia de una importante demanda privada de cuadros se convirtió en el soporte
fundamental de la actividad de muchos artistas y dio lugar a una considerable
producción de obras profanas. Los particulares se abastecieron de pinturas en las
tiendas y obradores locales y, según queda reflejado en los inventarios de bienes de
la época, no se limitaron a adquirir obras de carácter devocional, pues atesoraban en
sus viviendas retratos, paisajes, bodegones, floreros, marinas y batallas, como parte
importante de su ajuar doméstico, cuando no de auténticas colecciones. Este hecho
constituye un indicio claro de si tradicionalmente se ha considerado que la producción
pictórica de los maestros del siglo XVII fue sobre todo religiosa, es porque muchas de
las obras que estaban en manos de particulares han desaparecido, y probablemente de
haberse conservado éstas, tendríamos una visión muy distinta de la pintura de nuestro
Siglo de Oro.
PALABRAS CLAVE: Pintura barroca. Siglo de Oro. Clientela. Géneros pictóricos.
Pintura profana.
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Although, in the realm of painting the seventeenth century was an age of great
contrasts, a number of commonplaces and stereotypes regarding painters’ production
and clienteles have overshadowed other realities which need to be taken into account
in order to gain a more complete, richer, and perhaps less “brilliant” vision of what is
called the Golden Age of Spanish Painting. This becomes especially evident when
one analyses the work of painters in the so-called minor centers of production. This
essay examines the case of Toledo, and looks at different aspects of the work of the
painters there, and the great variety of pictures they carried out in order to satisfy the
needs of the local clientele. This shows how the existence of a strong private demand
for paintings became the fundamental support for the activity of many artists and gave
rise to the production of a considerable range of profane works. Private individuals
acquired paintings from artists’ workshops and local shops, and, from what can be seen
from inventories of people’s possessions, they did not limit themselves to acquiring
devotional works. Their homes were full of portraits, landscapes, still-life paintings, flower
pictures, seascapes, and battle scenes, all of which were regarded as important
elements of household furniture, and sometimes even amounted to actual picture
collections. This fact is a clear indicator that, if although it has been traditionally
considered that the pictorial production of the Spanish masters of the seventeenth
century was mainly religious, it is because many of the works of art that were actually in
private ownership have disappeared; it is likely that if these had been conserved, we
would have a very different vision of the history of painting in the Golden Age.
KEY WORDS: Baroque painting; golden Age; clientele; pictorial genres; profane
painting.