(c) Tous droits réservés Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte 2015
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Résumé
En la segunda mitad del siglo XVII muchos pintores secundarios contribuyeron a dar unidad estilística a la pintura barroca madrileña. Sin embargo, sus nombres son poco más que menciones nominales por falta de obras conservadas. Antonio y Baltasar de Castrejón, padre e hijo, participan de esta situación. A través de nuevas obras firmadas y fechadas se replantea su papel en el desarrollo del Barroco madrileño, presentando en el caso de Antonio un bello retrato de Dª María Josefa Antonia Rodríguez de los Ríos, hija del I Marqués de Santiago, gran coleccionista y mecenas en el Madrid de su tiempo.