Resumen
Muchos alumnos, al igual que muchos adultos, tienen prejuicios ante la poesía pues consideran que es algo difícil, elevado o incluso blando. Por eso el aprendizaje de la poesía debe empezar deshaciendo esos malentendidos que los alejan de ella. Para ello es preciso “desaprenderla”. Por ejemplo, desligándola de todo tipo de utilidad didáctica, o mostrando que no toda la poesía obedece a emociones “blandas” o poco viriles.
Para acercarse a la poesía, un procedimiento puede ser examinar cómo esta utiliza el lenguaje rompiendo las convenciones de la comunicación. Lo cual no hace que se vuelva insignificante; al contrario, de ese modo gana en capacidad de conocimiento y comunicación.
En ese camino de aprender de otra forma la poesía se propone presentar los textos poéticos como juegos; así, el recurso a la poesía de vanguardia permite que, tras el estupor inicial, los alumnos perciban su capacidad de emocionar y que experimenten las posibilidades expresivas de su magia verbal.