Resumen
Con demasiada frecuencia nos vemos sorprendidos por los titulares de los diarios que describen diversos episodios de violencia y conflicto en nuestras escuelas e institutos, sobre todo en nuestros institutos. Casi siempre tales noticias se quedan en la anécdota, más o menos llamativa o terrible, de tal o cual agresión hacia los locales de un centro de enseñanza o, en los casos más graves, hacia algún profesor o compañero de aula; y casi en la totalidad de los casos, tales agresiones acabarán en expediente para algún alumno. Si seguimos leyendo, será altamente probable que el escenario del conflicto se encuentre en algún instituto público de un barrio periférico de una populosa ciudad y no es raro que el cronista relate la historia en clave de víctimas y verdugos.