Salvador Lira (2023).
En el trono, en la tumba y en el cielo. Los actos de Real Sucesión por la Real Audiencia de México durante la transición dinástica (1665-1725).

Zacatecas: Paradoja Editores, 402 pp.
[ISBN 978-607-555-153-1].

Es sabido que los investigadores talentosos suelen denominar con tino sus producciones textuales. Salvador Lira ofrece, en su más reciente libro, un claro ejemplo de la importancia que tiene definir, delimitar y justificar el objeto de estudio desde el título del trabajo de investigación. Sin embargo, también se conocen los riesgos de juzgar un libro por su portada, así que es necesario ponderar las virtudes del contenido, además de resaltar el cuidado y el arte de la edición. De ahí la pertinencia de revisar el proceso de investigación que antecede a los textos que aportan nuevos conocimientos en la disciplina de su competencia.

Dadas las habilidades analíticas del autor, no es novedad afirmar que este reciente producto impreso es el resultado de años de esfuerzos, búsquedas y deliberaciones académicas acerca de un acontecimiento nodal para reconocer e interpretar la cultura letrada y las ceremonias especiales acaecidas en el mundo novohispano. De entrada, el asunto principal tiene pertinencia y originalidad, pues constituye uno de los muchos temas retórico-simbólicos trascendentales, a los cuales no se les ha prestado la debida atención; así, este exhaustivo estudio colabora en la tarea de dilucidar un acontecimiento político, emblemático, histórico y cultural poco explicado y fundamentado.

Como es necesario, el estudio se inicia mediante un profuso recorrido a través de los interesantes vericuetos del antiguo, pero perenne, arte de la emblemática; no recurriendo a una mera descripción, sino estableciendo el andamiaje teórico-metodológico suficiente para enfocar la discusión de las sucesiones reales desde la hipótesis que propone interpretarlas y clasificarlas desde la perspectiva de la fiesta barroca. Enseguida se presentan y explican detenidamente el proceso, las partes, las etapas y los conceptos que los rituales elitistas de transición tuvieron en la Nueva España, en especial, claro, las exequias y las juras reales. Al mismo tiempo se diferencian los eventos festivos religiosos de los monárquicos, aunque ambos pertenezcan a la categoría indicada de la fiesta barroca novohispana.

Así, el autor arriba al paradigmático y especial caso del cambio de sucesión entre casas reales diferentes, es decir, las adaptaciones y resignificaciones que operaron justo durante el tránsito del poder desde Felipe IV hasta Carlos II. En otras palabras, de la estirpe de los Austrias a la dinastía de los Borbones. Lógicamente, dichas variaciones, a caballo entre las contingencias y las tradiciones, provocaron discursos diversos: iconográficos, lingüísticos y mixtos, cuya exégesis original, no siempre fácil, es revelada, desmenuzada y puesta al día por el doctor Lira. El cierre del trabajo se redondea con el énfasis de los emblemas utilizados y adaptados de acuerdo a la ocasión, por connotados apologistas, cronistas, voceros, artistas y poetas de la realeza —de la talla de sor Juana Inés de la Cruz, fray Andrés de San Miguel y Juan Ignacio de Castorena— tanto aquellos símbolos aderezados de cierto sincretismo americano, como los recursos retóricos y astrológicos.

La caracterización de los rituales elitistas, en este caso, de la monarquía española, requirió de dos aspectos esenciales, a fin de concretar los resultados de la investigación: primero, el conocimiento profundo del entramado semántico que instaló símbolos, conceptos y emblemas dentro del discurso apologético y fúnebre, en tanto piedras angulares de los registros históricos del ciclo de sucesiones monárquicas —no sobra aclarar que estos procedimientos configuraron personajes, artificios y lirismos, más que personas de carne y hueso—; y, segundo, el refinamiento de la capacidad exegética para desentrañar los misterios de los protocolos, ritos y representaciones de estas manifestaciones polisémicas, propias de la monarquía católica, a lo largo y ancho del imperio, y especialmente en el territorio de la Nueva España.

Gracias a esta arquitectura discursiva de los contenidos analizados, que a su vez proviene de las sólidas bases del diseño de la investigación propiamente dicha, el autor puede probar sus cuestionamientos iniciales y proponer la denominación de «Actos de Real Sucesión» para todo acontecimiento festivo auspiciado, en la Nueva España, por la Real Audiencia de México, institución responsable de cuidar y prevalecer la continuidad ritual de la realeza española; entre los que destacan los arcos triunfales, el paseo del pendón, los túmulos imperiales y las juras reales. Por otro lado, tal denominación podría aplicarse a cualesquiera otras ceremonias similares en otras regiones monárquicas.

Mención aparte merece la conjunción de datos, autores y textos originales que brillan gracias al contexto, el análisis y la edición del doctor Lira. Se reconoce su capacidad para valorar la historia del libro y la importancia del rescate cultural de hechos y discursos. Buena cuenta da el autor de tales recursos, hasta entretejer con seriedad, conocimiento y disciplina, un estudio digno de difusión.

Alberto Ortiz

Universidad Autónoma de Zacatecas

albor2002@gmail.com