Rafael Malpartida (2023).
Diálogos entre la literatura española áurea, el cine y la ficción televisiva.
Nuevas perspectivas de estudio en la era digital.

Oxford/Bern/Berlin/Bruxelles/New York/Wien: Peter Lang Publishers, 178 pp.
[ISBN: 978-1-80079-757-4].

Los estudios comparativos entre literatura y cine hace ya muchos años que dejaron de considerarse un campo de estudio exótico y novedoso en el ámbito del hispanismo para convertirse, por derecho propio, en una disciplina bien asentada que cuenta ya con una nutrida nómina de autores, obras y periodos que han sido revisitados para dar cuenta de las posibilidades que para los investigadores se abren en la intersección entre los textos literarios y cinematográficos. Desde un primer planteamiento centrado en un análisis comparativo que atendía a lo que la obra «pierde» en su trasvase, le han seguido nuevos asedios en los que el filme es visto como una relectura del original que puede «ganar» diferentes valores artísticos en su transposición, y en los que el hipotexto es solo uno de los múltiples elementos que confluyen en un proceso adaptativo siempre rico y complejo.

El presente libro se inscribe en esta última línea renovada, dentro del proyecto titulado Reescrituras de la novela en el cine y la ficción televisiva, perteneciente al I Plan Propio de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga, del que su autor, Rafael Malpartida, es investigador principal. La obra se abre con un replanteamiento crítico en el que hace referencia a un «problema cuantitativo» y un «problema cualitativo» en los estudios fílmico-literarios del periodo áureo, esto es, a la dificultad para la conservación y el acceso físico reiterado a las obras fílmicas antes de la generalización de la industria de la videografía y, más concretamente, de la llegada de los formatos digitales y, por otro, el injusto tratamiento que las adaptaciones del Siglo de Oro han recibido comparativamente con sus hipotextos literarios.

Tras este apartado teórico, el autor continúa analizando dos aspectos claramente diferenciados: en primer lugar, el aspecto verbal, relegado a un segundo plano en la mayoría de los análisis y que tanta importancia tiene, especialmente en la adaptación de textos del Siglo de Oro, en el que el rico elemento verbal es parte indisoluble de la calidad de la obra literaria, y cuyo tratamiento requiere de una toma de posición artística previa que condiciona en buena medida el resultado final. Pensemos, por ejemplo, en el mantenimiento o no del verso y de la rima, así como en la dificultad que entraña la modificación de un léxico y una sintaxis tan alejados de los actuales. El autor se detiene en El Buscón (1979) de Luciano Berriatúa, las versiones del Quijote de Rafael Gil (1947), Cruz Delgado (1979-1981) y Manuel Gutiérrez Aragón (1991), así como en varios textos del teatro áureo, en un fino análisis que aplica el conocimiento filológico al texto cinematográfico.

En el caso del teatro del Siglo de Oro, el autor se vale de la distinción de Pérez Bowie entre «la prosificación del verso» y «la naturalización del verso» (2023: 51), sobre los que propone «un tipo mixto como el que practica Mario Camus, con guion de Antonio Drove, en La leyenda del Alcalde de Zalamea (1972) [...] si atendemos al modo en que se practican simultáneamente las operaciones de prosificación y de mantenimiento del verso» (2023: 52), una adaptación que cuenta con la particularidad de estar adaptando simultáneamente «dos textos, los dramas homónimos de Calderón y el atribuido a Lope» (2023: 53).

Tras el elemento léxico, se atiende a las reubicaciones espaciales y temporales que tienen lugar en las adaptaciones, con especial atención a los contextos de producción que, en buena medida, determinan muchos de los cambios. Un diablo bajo la almohada (José María Forqué, 1968) es una de las calas escogidas, una adaptación poco apreciada de El curioso impertinente de Cervantes donde se traslada
la acció
n a la contemporaneidad, una decisión perfectamente estudiada que nos habla de la intencionalidad de la cinta y de su motivación en el momento de su adaptación, como también ocurre con La Lozana andaluza de Vicente Escrivá (1976), localizada en Roma, pero que se vale de imágenes de Cáceres, o la serie de RTVE El jardín de Venus de José María Forqué (1983), donde la elección de un espacio y un tiempo indeterminados incide en la universalidad de su mensaje basado «en el empoderamiento femenino, aprovechando espléndidamente sus fuentes literarias pero incorporando elementos de una nueva realidad», para lo que «la Ley del divorcio de 1981 puede explicar algunas de sus decisiones creativas» (2023: 84).

Por último, a propósito de El perro del hortelano (Pilar Miró, 1996) se centra en el episodio de la góndola, que tanta atención ha recibido por parte de críticos y que, conocidos los pormenores que rodearon el contexto de producción, permite otorgar su justo valor a una escena en la que se realizó un ingente esfuerzo humano y económico para que llegase a buen puerto.

Si comentábamos el carácter ya asentado del análisis comparativo fílmico-literario en el ámbito académico, la novedad más radical del planteamiento de Rafael Malpartida es el apartado dedicado a la reflexión sobre la enseñanza de esta disciplina en el veloz contexto digital en el que nos encontramos, que atañe tanto al progreso tecnológico que modifica las premisas y las posibilidades del proceso adaptativo, como a la recepción de las obras en los más jóvenes. El capítulo 4, «Enseñanzas», es, sin duda, uno de los textos más sugerentes e interesantes de los contenidos en este libro, en el que sorprende por su singularidad en un volumen dedicado a las adaptaciones fílmicas del Siglo de Oro y en el que abraza sin pudor la reflexión sobre la profesión docente. Observaciones que no proceden de un pedagogo al uso, sino de un filólogo, un investigador y profesor comprometido y preocupado por el papel que ocupa su disciplina en los intereses de las nuevas generaciones, consideraciones alumbradas desde la experiencia que una ya dilatada trayectoria constata y en la que ha buscado siempre una renovación y una actualización constantes que mantuviesen vivo el interés de unos alumnos que acuden cada año con genuino entusiasmo a sus clases. A pesar de considerarse a sí mismo un «dominguero» (2023: 101) frente a los nativos digitales, se ha lanzado a realizar su propia encuesta a sus alumnos de Filología Hispánica sobre el tiempo dedicado por los jóvenes universitarios a las redes sociales, el número de obras del Siglo de Oro leídas, adaptaciones de obras literarias del periodo vistas y plataformas de streaming empleadas (dejaremos que sea el lector interesado quien acuda a la obra para consultar las conclusiones de este curioso sondeo).

Junto a la inclusión en forma de anexo de las respuestas de esta encuesta que ha realizado en sus clases y que, en buena medida, puede considerarse representativa de la actitud de los jóvenes que cursan esta disciplina, se proporciona también un corpus de obras del Siglo de Oro disponibles en el archivo de RTVE Play y otra serie de materiales (biopics, documentales, ficciones sonoras, etc.) alojados en esta plataforma que pueden ser útiles para la práctica docente. Frente al habitual catastrofismo, solo cabe bucear en la comprensión de las causas de esta nueva situación de enseñanza-apredizaje para tratar de paliarla haciendo un uso de algunas de las herramientas y recursos como los que el profesor Malpartida propone y emplea en sus propias clases, que, aunque en constante revisión, han atraído y siguen atrayendo a sus alumnos (enseñanzas colaborativas, el empleo del humor, la correcta elección de los textos literarios y cinematográficos, o incluso de temáticas por las que muestran una mayor receptividad, como la infancia que representa el Lazarillo, etc.)

Por último, el autor plantea en forma de coda unas «nuevas perspectivas de estudio» que, sin duda, presentan una sugestiva senda para todos los que transitamos el camino que el profesor Malpartida ha abierto para los investigadores con su magisterio.

Si todavía hiciera falta a estas alturas reivindicar el estudio de los procesos de adaptación, sirva esta afirmación para zanjar definitivamente la cuestión: «Estudiar cómo leen el cine y la televisión a nuestros clási­cos no solo enriquece porque representan el tránsito a otros medios (al margen de la calidad intrínseca de cada adaptación), sino porque son historia viva de cómo evolucionan las mentalidades» (2023: 119).

El análisis del proceso de adaptación de los diálogos y cómo su remodelación o mantenimiento funciona o es adecuado en el contexto del filme se presenta, para el autor, como una labor mucho más productiva que la clásica tasación del grado de fidelidad y búsqueda de recetas o equivalencias, un análisis individualizado del desempeño de las modificaciones de acuerdo con la intencionalidad y sentido artístico global de la nueva obra.

El rigor filológico se impone en las recomendaciones que realiza al que se decida a investigar comparativamente los diálogos en el tránsito de la literatura áurea a la pantalla cuando recomienda, como propuesta metodológica, que se emplee una pluralidad de ediciones a fin de constatar que los cambios efectuados por el adaptador (y detectados por el investigador) no sean fruto de la utilización de un texto diferente.

Para la remodelación de espacios y tiempos, propone una serie de funciones para las adaptaciones estudiadas que, nuevamente, deben ser valoradas de acuerdo con sus resultados y no respecto a su «fidelidad» al hipotexto literario: «espacio de la seducción», «de la lujuria», «de la creación literaria y empoderamiento femenino» y «del romance prohibido» (2023: 124). Se trata de atender, en cualquier caso, a los motivos que han llevado a una adaptación a realizarse de una determinada manera, en lugar de establecer estériles taxonomías o juicios valorativos basados en apriorismos y en recaídas, más o menos evidentes, en las trasnochadas ideas del fidelity criticism.

Por último, frente a las cifras de lectura de los alumnos, invita a lidiar con esa realidad mediante las herramientas disponibles y, por ejemplo, «atraerlos» hacia, ese otro mundo de contenido fílmico que es RTVE Play y que, en su mayoría, desconocen o no utilizan.

En definitiva, el presente libro emerge como una obra imprescindible para un público con intereses diversos: investigadores comparatistas fílmico-literarios, pero también especialistas en Siglo de Oro receptivos a nuevas miradas sobre los textos, así como docentes que encontrarán, sin duda, herramientas y entusiasmo por acercar nuestra literatura a nuevas generaciones, diferentes, sin duda, de las que les preceden. Labor esta para la que es necesaria una disposición generosa y abierta para salir de la zona segura de los hábitos y la repetición, y aventurarse en la comprensión de esa otra realidad repleta de estímulos que compone el mundo del alumnado que es nativo digital. Como el propio Malpartida sugiere y pone en práctica, la investigación y la docencia «son complementarias y se alimentan mutuamente [...] Los desvelos de la solitaria reflexión encaminada a la escritura académica son perfectamente trasladables, con las adaptaciones pertinentes, a ese otro ámbito comunicativo del aula» (2023: 126).

José Manuel Herrera Moreno

Universidad de Málaga

josem.herr@gmail.com

Edad de Oro, XLII (2023), pp. 327-330, ISSN: 0212-0429 - ISSNe: 2605-3314

Rafael Malpartida

Edad de Oro, XLII (2023), pp. 327-330, ISSN: 0212-0429 - ISSNe: 2605-3314

José Manuel Herrera Moreno

Edad de Oro, XLII (2023), pp. 327-330, ISSN: 0212-0429 - ISSNe: 2605-3314

Rafael Malpartida

Edad de Oro, XLII (2023), pp. 327-330, ISSN: 0212-0429 - ISSNe: 2605-3314